Era 1981, cuando un avión procedente de Londres arribaba a la Argentina, la cual se encontraba a punto de ebullición debido a la inminente Guerra de las Malvinas. En dicho vuelo venia Luca Prodan, quien se convertiría luego en uno de los iconos mas idolatrados de la música de ese país suramericano y quien más tarde, también pasaría a ser una leyenda consagrada del rock latinoamericano.
Luca fue un gran fanático de Joy Division, principalmente porque le agradaba de sobremanera la forma sencilla en la que los Ingleses solían componer sus melodías, las cuales terminaban siendo piezas enérgicas y llenas de vitalidad (a pesar de sus simples arreglos musicales), y es esta banda la que influencia a Prodan a formar una propia con un estilo post-punk muy similar.
De sus ideas nace Sumo, una de las bandas más importantes de la Argentina, de la cual también salieron otras dos agrupaciones icónicas, Divididos y Las Pelotas.
Para hacer realidad el concepto de su banda, Luca decide volver a Inglaterra, en donde logra convencer a Stephanie Nutall (la cual comenzaba a ser reconocida en los círculos underground del punk ingles por su participación en Manicured Noise), una vieja amiga, a que se mudara a Sur America para ser su baterista.
Es precisamente cuando la banda está dando sus primeros pasos (con Nutall en percusión, German Daffunchio en guitarra, Alejandro Sokol en bajo y Prodan en la voz), que estalla el conflicto entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía sobre Las Malvinas y otros dos archipiélagos australes, y es esto lo que fuerza la salida de Stephanie de la agrupación debido a su retorno a Inglaterra.
Para el 83’ Sumo ya tenía forma: Sokol ahora en batería, Daffunchio en guitarra, Diego Arnedo en el bajo y Luca en la voz, y es en este año cuando editan su primer cassette, Corpiños en la madrugada, del cual solo 300 copias fueron lanzadas.
Ya para el 85, la banda (con nuevos cambios en su formación) lanza su primera placa oficial, Divididos por la felicidad, nombre dado en honor a Joy Division, y es este lanzamiento el que los catapulta de la escena under a la popularidad masiva.
Dos años y dos discos más después (Llegando los Monos y After Chabón), Luca Prodan muere debido a un paro cardiaco producto de sus abusos y su vida acelerada. Primero fue su guerra contra la heroína (droga que mato a su hermana y la razón principal por la cual decidió salir de Londres), y luego su adicción a la Ginebra, los que le llevaron a sufrir de un deterioro de salud progresivo y mortal.
Sin bien es cierto que Luca e Ian Curtis murieron de formas distintas (el cantante de Joy Division se suicido después de años de batallar contra una depresión crónica y la epilepsia), los dos comparten algo: eran genios musicales que dejaron el mundo a edades tempranas y encontrándose en la cúspide de sus carreras. Sin duda, fans de sus dos bandas les recordaran por siempre, y aquellos que no les hayan escuchado, quizás lleguen a saber de ellos en alguna historia sobre los caídos del rock en algún magazine.
